Las zonas más afectadas fueron Suba, Usaquén, San Cristóbal, Chapinero y Engativá. La razón más común, por la que se presentan estos eventos, ha sido el envejecimiento de especies, que con el pasar de los años, alcanzan un gran tamaño y, en temporada de lluvias, llegan a sobrecargarse debilitando sus raíces.

Para el cuidado y preservación de la diversidad de especies arbóreas que habitan en la ciudad, varias entidades trabajamos mancomunadamente para reducir o mitigar situaciones de riesgo, más aún para aquellos árboles que se encuentran ubicados en la zona urbana y que deben convivir con elementos como el concreto, construcciones, separadores de calles, tránsito vehicular, redes de electricidad y de telecomunicaciones.

Nuestro personal operativo solamente realiza el talado y tronzado de los árboles cuando éstos están en riesgo de peligro o ya han caído, obstaculizando la vía pública, vehicular o peatonal. Así mismo cuando ofrece riesgo a la vida o bienes de los ciudadanos.

Esta situación también puede generar diferentes emergencias, como el arrastre y desprendimiento de cables de energía de mediana y baja tensión, el daño a cubiertas o muros de viviendas, caídas sobre vehículos, taponamiento de vías o cuerpos de agua y, en ocasiones, la pérdida de vidas humanas.

Por todo lo anterior, desde el Cuerpo Oficial Bomberos de Bogotá te brindamos las siguientes recomendaciones para prevenir este tipo de incidentes.

• En condiciones climáticas críticas y si te trasportas en vehículo, evita detenerte bajo árboles o mobiliario urbano como postes que puedan caer. Aléjate del sitio en dirección contraria a la del viento.

• Permanece en el carro y enciende las luces intermitentes hasta que la lluvia fuerte cese; y mantén las ventanas del auto cerradas, el vehículo te proporcionará protección en caso de rayos.

• Dentro de edificios o viviendas, aléjate de ventanas que se ubiquen cerca de árboles altos.

Comunícate de inmediato a la Línea Única de Emergencias 123, si observas en los árboles algunos de estas situaciones:

• Encharcamientos permanentes en la base del árbol.

• Ramas muertas.

• Inclinación del tronco superior a 40 grados.

• Grietas y rajaduras en el tronco.

• Cavidades, hongos, pudrición en el tronco o en las ramas.

• Presenta daños por causa de un choque.

• Hay árboles caídos y/o muertos alrededor.

• Están daños en las raíces, generados por obras de infraestructura.

• Presencia de roedores en la base del árbol.

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