Las emergencias más recurrentes en asaderos y restaurantes se generan,
en la mayor parte de veces, por los conocidos buitrones (elementos cilíndricos hechos en lámina que ayudan a evacuar el humo de los establecimientos), los cuales fueron creados hace más de 20 años, con el fin de evitar la inhalación y propagación del humo en un establecimiento de comidas.
La falta de mantenimiento genera exceso de grasa en estos aparatos, ocasionando que se prendan, ya que contienen material graso que se puede encender, y al contacto con una chispa o fuente de calor, puede concluir en un incendio.
Una buena práctica que se puede tener, es el cepillado de las paredes de estos ductos, la remoción de la grasa y la correcta utilización de agua, desengrasante y jabón como componentes para limpiarlos efectivamente.
Según el uso que se le dé a diario a las parrillas, así mismo debe ser el mantenimiento de los buitrones, porque en cualquier momento se pueden obstruir y el humo, por su gran temperatura, puede generar una emergencia.
Otra recomendación, es no tener materiales como papel, cartón, madera u otro elemento que se pueda prender cerca a los fogones o el mismo buitrón, ya que, por el fenómeno de transferencia de calor, se puede ocasionar el inicio de un incendio. Igualmente, estás parrillas deben ser manipuladas por personal capacitado y especializado en el tema, que conozca el funcionamiento del sistema y que en caso de un incidente, sepa cómo actuar rápidamente.
La prevención depende de todos, por eso antes de iniciar labores en asaderos, restaurantes y locales de venta de comida, recuerda que la limpieza es importante, igualmente los ductos deben estar ventilados y bien asesados. Las parrillas no deben tener grasa y si hay mucho humo en la cocina, también se puede evacuar con un ventilador.
Finalmente, ten una ruta de evacuación clara y asegúrate de que los extintores estén en sitios visibles y cargados.